Somos seres naturales, debemos estar en contacto con la tierra y la naturaleza para que nuestra salud no se deteriore. El hecho de adecuar la naturaleza a nuestras necesidades y contaminar su ambiente, provoca alteraciones en el ecosistema que repercuten en nuestra salud.
El contacto con la naturaleza, la tierra, el mar, etc., es lo que proporciona a nuestro organismo el intercambio de electrones imprescindibles en la función electroquímica de la célula, función básica para que el organismo desempeñe sus funciones de forma correcta.
La evolución (coches, aviones, electrodomésticos, alimentos procesados, agua clorada, fábricas, fertilizantes, telefonía móvil, etc), que nos facilita el día a día y a la que no queremos renunciar, tiene a su vez una parte negativa, su impacto sobre la salud.
Las investigaciones y resultados en medicina ambiental en las últimas décadas han demostrado la más que posible relación entre la contaminación ambiental y el estilo de vida actual con la aparición y el aumento exponencial de enfermedades raras, graves y degenerativas. De igual forma estos estudios han demostrado que el contacto del organismo con la tierra reduce de forma efectiva el riesgo de padecer sus consecuencias.
Por tanto se crea una nueva necesidad: multiplicar el contacto con la Tierra para contrarrestar el impacto ambiental dañino en nuestra salud. La conexión a tierra del cuerpo permite a los electrones antioxidantes cargados negativamente de la Tierra entrar al cuerpo y neutralizar los radicales libres con carga positiva.
En otras palabras, el contacto que actualmente tenemos con la naturaleza no es suficiente. Escapar de vez en cuando de las grandes urbes hipercontaminadas a la playa o el campo, no es suficiente. Incluso vivir en zonas de playa o campo no garantiza que se cubran las necesidades de intercambio de electrones en nuestro organismo, ya que las zonas de playa y campo también están sometidas a la contaminación ambiental, están igualmente invadidas de ondas electromagnéticas para su uso en telecomunicaciones, la gente se alimenta igualmente con alimentos procesados, etc. aunque nada sobrepase los límites legales establecidos.
Los límites legales de polución ambiental así como de radiaciones electromagnéticas, están basados en estudios de daños a corto plazo y no contemplan el posible daño a largo plazo. Por tanto es muy importante observar que los límites legales pueden no tener en cuenta la realidad actual del problema.
A este posible hecho añadimos una realidad concluyente: el aumento exponencial de enfermedades degenerativas graves en los últimos años.
Nuestra experiencia y resultados clínicos a lo largo de los últimos treinta años nos ha llevado a constatar una muy notable mejoría en el sistema de defensa del organismo (sistema inmune), en el sistema nervioso central, periférico y autónomo, sistema cardiovascular, sistema endocrino y, por tanto, de la salud en general de aquellas personas que utilizan un sistema de conexión a tierra. Estos beneficios se potencian cuando el sistema es activo en lugar de pasivo, ya que el pasivo (caminar descalzos o dormir con una pulsera conectada a la toma de tierra del enchufe, por ejemplo) es hoy en día demasiado débil para contrarrestar los posibles daños de contaminantes ambientales y/o radiaciones electromagnéticas.
TecnoWell forma un circuito activo del que forman parte la persona, el dispositivo Tecno Well y la tierra permitiendo, en pocos minutos, transferir los electrones de la tierra desde el suelo hacia el cuerpo, necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.